18 de octubre de 2009

Adicto

Oh que belleza la pupila que mira

La mano que suavemente acaricia

El relieve divino de tu dulce esencia

El leve calor que tu piel destila

 
 

Embriagado de cielo al posar mí silencio

Al tomar tus alientos en mi ser interno

Al sudar en tu pecho mojando tu ceno

Aceptando el vacio feliz de tenerlo

 
 

Embebido de ti en tu celo perplejo

Cual nonato unido al vientre materno

Entumecido del cielo, mudo de intentos

Asumo el delirio que me causa tu empeño

 
 

Acalorado, pasivo en defensa activo

Me viertes tu esmero atacando el frio

no hay tregua que me salve hendido

de tu ansia que pena en éxtasis tardío

 
 

C. Q

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Gracias de nuevo