12 de noviembre de 2009

Sal gruesa

He penetrado la nube ligera

Cual fresca niebla mañanera

Dejada por reciente lucha

Con armas que no lastiman


 

Dulce hedor a piel de gallina

aroma de a gotas sorbida

teñida de guturales sonidos

en vaho tibio frio soy sumido


 

Sal gruesa en aluvión de lamento

quejido del suelo al posar su cuerpo

rechina el blanco marfil húmedo

preso de hastió en placentero flagelo


 


 

Calavera quemada

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Gracias de nuevo